jueves, 12 de enero de 2012

Reflexión Bloque V

    Las normas son necesarias y, es que hasta la más liberal expresión de sentimiento necesita de unas pautas. La literatura es expresión, pero… no vale cualquier forma. Todo es legible y comprensible pero no válido para que quepa dentro de unos cánones.

    Ya desde el principio de la asignatura tuvimos que marcar indicaciones que nos llevarían a conocer otras tantas que definen muchos de los aspectos de la literatura.

    Crear es producir algo de la nada, realizar algo partiendo de las propias capacidades, establecer, fundar, idear, construir, imaginarse… y todo esto lleva implícito conseguir algo con forma, con unas característica que hagan que la “nada” desaparezca para dejar paso a algo más que eso… esto, ya es una norma.

    A partir de aquí, dependerá de la intención para seguir uno u otro camino y ¿qué es esto sino la vida misma? Todos los días creamos nuestra historia, nuestro presente y confeccionamos una base para nuestro futuro, por eso y si queremos, todos podemos escribir literatura si nos dejamos guiar por las exigencias que requiere cada género.

    Querer es poder, pero es cierto que a veces (sino siempre…) necesitamos un aliciente, una motivación que funcione como motor para echar combustible a la máquina de crear y sino ¿quién nos iba a decir a muchos de nosotros que seríamos capaces de CREAR un blog que… mejor o peor, más bonito o más feo, mostrase semejantes continentes y contenidos como los nuestros?

    Entonces y pensando en mi futuro como maestra, lo que me toca es pensar en qué me gustaría que hubiesen hecho por mí para sacar un máximo partido de la creatividad, que todos en algún rinconcito tenemos; eso es lo que debo hacer yo el día de mañana para que mis chicos hagan de su interior algo para el exterior, porque todos valemos, hay gustos para todos y lo que yo escriba no le gustará a algunos y sí a otros… ¡¡¡a mi no me gusta cosas que tienen un éxito apabullante!!!

    Hoy en clase, me he dado cuenta de que si alguien te aprieta un poquito todos tenemos algo qué ofrecer, pero quizás vivimos en una era marcada por estereotipos que, si no ahondamos en la cultura del arte, creemos que al no seguir esa norma, no estamos siendo buenos. Quiero entonces, poder transmitir a mis futuros alumnos cómo deben aprender a plasmar lo que quieran, siendo capaces de valorarlo para que también lo hagan los demás, que no desprecien cualquier cosa que piensen en escribir en el momento más malo en el rincón más oscuro.

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