sábado, 14 de enero de 2012

Bloque II; Reflexión


    Las palabras tienen un significado, pero es más que evidente que éste puede ser desvirtuado por el tiempo y por las personas. En el caso del folklore es un hecho. Particular y personalmente, antes de estudiar este fenómeno si me preguntasen qué es el folklore contestaría que es un tipo de baile, música o ropa, y es que hasta que no nos surge la necesidad, hay veces que no sentimos curiosidad ni inquietud por conocer.

    Hemos tratado las versiones y adaptaciones de las obras literarias, pero realmente las versiones las hacemos a diario de todo aquello que nos rodea, ya que hay tantas versiones como emisores y receptores.

    Las necesidades evolucionan junto al ser humanos, pero lo que es perpetuo son las ganas de algunos por expresar. Mientras el qué expresamos puede ser algo volátil, gracias a la literatura y el folklore, el ser humano ha hecho que la cultura permanezca al paso del tiempo, teniendo la capacidad de hacer de una historia, varias.

    Entonces, teniendo y comparando el folklore actual y el pasado me replanteo lo siguiente: el ser humano ha cambiado en apariencia, necesidades, profesiones, hemos creado de nuestro espacio algo inimaginable hace siglos, pero… ¿no es curioso cómo la esencia de lo que sentimos, expresamos y percibimos sigue intacta entre los enamorados de antes y los de ahora, los aventureros de antes y los de ahora y los mártires de antes y ahora? ¿Es por tanto la literatura y el folklore una manera de no renunciar a esa característica especial que nos define al ser humano? El arte es abstracto y… que cada uno interprete lo que quiera, le haga sentir mejor persona y haga de ellos un ser humano feliz.

    Lo que ahora nos toca replantearnos, es cómo aplicar el folclore al aula, en la educación de nuestros alumnos. Pues bien, de todo se aprende, más de aquello que nos cuenta cómo ha transcurrido la cultura y el desarrollo del hombre a lo largo de los años. A partir del folclore conseguiremos que nuestros chicos se diviertan, dándose cuenta por sí solos de que, divirtiéndose aprenderán. Al fin y al cabo, la humanidad es lo que es gracias al pasado y, la cultura, el arte… son la expresión de nuestro interior, del interior de nuestros antepasados y eso nos ayudará a entender mejor el presente y el futuro.

    La idea de que la educación actual no funciona… es un hecho que podemos ver cada día. Enseñar lo estrictamente académico no nos está conduciendo a un buen resultado, así que quizás, a través de los textos folclóricos que la historia nos ofrece podríamos cambiar la problemática de la educación en el siglo XXI. Cuando hablamos de que el sistema educativo es anacrónico, no se hace referencia a qué enseñamos, porque hay lo que hay y eso es lo que debemos ver, el problema reside en CÓMO se enseña, así que… ¿por qué no recurrir al aprendizaje por descubrimiento, mientras leemos, nos divertimos y llevamos la lectura a más competencias de las que creemos (erróneamente) que tiene?

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