A partir de los
conocimientos que hemos adquirido sobre lo que es la literatura y la literatura
infantil, sumerjámonos en los diferentes aspectos que definen la lectura que
esta edad abarca.
La duda que nos
surge es, ¿desde cuándo se escribe para los niños tal y cómo lo concebimos en
la actualidad? Para ello, expondré un breve recorrido que explica la evolución
de la literatura infantil, puesto que los intereses de hoy, difieren de los de
ayer.
- Sobre los Orígenes
Los primeros
libros para niños, se empiezan a escribir a finales del siglo XVII en
Inglaterra, pero que según los requisitos descritos en la entrada anterior “Bloque0”, los clasificaríamos como paraliteratura; ¿por qué? La finalidad de aquellos
escritos era didáctica y moralizante. Se intentaba educar con el uso de estos
libros como apoyo, se difundía el perfil de “niño no mentiroso, valiente,
obediente…”, típicos atributos de un niño aristócrata de la época. Son
personajes planos, que no corresponden con la realidad, sin personalidad, por
lo que el lector no puede sentirse identificado y no le motivará.
No será, hasta
la mitad del siglo XX, cuando encontremos literatura infantil, tal y cómo hoy
la definimos. Cabe destacar la labor de Saturnino Calleja Fernández, que marca un antes y un después en el acceso a
la lectura para aquellos que no formaban parte de la nobleza.
Calleja era un
editor, pedagogo y escritor español, fundador de la Editorial que lleva su
apellido como nombre, que se encargaba de la recopilación y escritura para
conformar libros en preciosas y fantásticas ediciones, para que todos los que
supiesen leer, tuviesen la oportunidad. Fue su magnífica idea de ABARATAR los
precios, lo que hizo que Calleja y sus ediciones fuesen una revolución, ya que
eran libros al alcance de la clase media, en cuanto a lo económico y en su
manejo (por su reducido tamaño). Aún así, estas ediciones, seguirán sin cumplir
los requisitos que hoy “exigimos” para denominarlos como literatura infantil,
ya que la temática que llena las páginas de estos libros, sigue siendo
educativa. Con sus iniciativas, podemos denominarle, al igual que su nieto “campeón
del fomento a leer”. Ahora, podemos encontrar reproducciones casi exactas de algunas
de las obras antiguas de Calleja. Estas copias, que precisan de un documento
original, y se denominan facsímil, y
son un formato que facilita la edición y publicación de manuscritos y otras
obras con un valor y riqueza significativos.
Juan Cervera propone una definición amplia,
integradora y global de literatura infantil, que no niega la naturaleza general
de la literatura. Para él, la literatura infantil es aquella en que "se integran
todas las manifestaciones y actividades que tienen como base la palabra con
finalidad artística o lúdica que
interesan al niño", cita que
viene al caso de no incluir los cuentos de Calleja como literatura infantil. Esta
definición incorpora lo que la tradición oral ha aportado en el transcurso del
tiempo y enfatiza dos elementos fundamentales: el niño y la palabra. “Las obras deben interesarle al niño y llenar sus expectativas; los autores requieren y aprovechan al máximo las posibilidades expresivas que el lenguaje le ofrece”.
Las historias pioneras en ser literatura infantil,
llegan en los años 60-70 con “Celia”, de Elena Fortún. Celia es un personaje
que crece junto a sus lectores y acompaña en las vivencias de esas niñas para
que se sientan identificadas. En la misma línea, se publicó “Antoñita la
Fantástica”, de Borita Casas.
El hada más hermosa ha sonreído
al ver la lumbre de una estrella pálida,
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al huso de su rubia hermana.
Y vuelve a sonreír porque en su rueca
el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.
La cuna, casi en sombre. El niño duerme.
Dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.
"Los Sueños"; Antonio Machado
-DRAMÁTICA: En este género, se representa la realidad a través de unos personajes que cuentan lo que hacen o piensa. Esta representación, la hacen mediante el diálogo.
- Tipos de Literatura Infantil
Puede hacerse
una clasificación bajo varios criterios. Si nos fijamos en la temática, los
libros pueden ser de aventuras, ciencia
ficción, cuentos, humor, misterio, novela histórica, novela realista, poesía y teatro; como por ejemplo hace la
editorial Bruño, con su colección Alta
Mar.
Lo más
importante, es que los temas de los libros atraigan siempre al lector,
respetando sus gustos y características evolutivas, por tanto, los teman
cambian al igual que las modas y la sociología de los receptores. La fantasía
es un ingrediente necesario para hacer de las historias que se cuentan
vivencias que los niños quieran sentir. Los personajes deben ser reconocibles
para el receptor, esto no implica que tengan que ser reales. Los estereotipos
crearán lectores sin criterio, por lo que en la variedad de la forma de actuar
se verán definidos personajes con personalidad propia, no mediante la
descripción, sino a través de la percepción.
Para que el
lector se consiga introducir en la historia, se debe facilitar (mediante un
prólogo o explicación) la contextualización espaciotemporal.
El formato de
los libros, debe ser, una vez más un reclamo. Portada, ilustraciones, tamaño,
son un conjunto estético que sirven de tarjeta de presentación. En cuanto al
lenguaje, estilo y expresión de la escritura, debe ser para hacer una lectura
ágil, sencilla, dinámica y atractiva, que también irán evolucionando, según la edad
que corresponda. Respecto a la letra, en primer ciclo de primaria, los niños ya
saben leer con letra de imprenta, y la extensión de las historias, es la que
condiciona al tamaño de la letra: cuanto más largo sea lo que se cuenta, más
pequeña será la letra.
No debemos
olvidar que “la literatura es el arte de la palabra”, y por tanto debe
conseguir el atractivo, sin caer en el aburrimiento, haciendo de la escritura
que la define, un hecho lúdico.
A medida que
evolucionamos, se permiten más licencias simbólicas en la literatura, y por eso
es tendencia el Total Print, dando
relevancia a los ilustradores, a los que se les permite plasmar su arte
mediante los álbumes de imágenes. Por
ejemplo, para Rebecca Dautremer lo
importante es que, ilustración y texto, sean un conjunto. No se trata de hacer
una ilustración literal, sino de que acompañe al texto.
- Análisis de un libro
Al término de
toda la recopilación de información, serán tres los aspectos que nos harán
determinar el análisis de un texto literario. Se exponen a continuación:
1 -Gustos: los gustos del
lector dependen de la personalidad, de la sociología, de la familia, amigos y… de
las modas que se dan en cada época. La sociedad nos marca unas tendencias, a
partir de las cuáles elegimos. Las personas nos formamos por una serie de
factores internos y, también externos, que
son condicionantes a la hora de elegir. Aún así, los gustos son infinitos,
personales y, por qué no, cambiantes.
2 - Momento
evolutivo, que
dependerá de la edad y el estado de desarrollo cognitivo en el que se
encuentre. Este factor influirá también en los gustos del niño que, obviamente,
no tiene las mismas inquietudes con tres que con 9 años. Además, los aspectos
formales-literarios, se ajustarán en función de este mismo factor.
-Edición: aspectos que se pueden incluir en la edición de un libro son, lo económico, la impresión y las fijaciones. Estas características van hilada, de manera que, cuantas más fijaciones necesitemos, más difícil será la lectura y la impresión se ampliará. La legibilidad es condicionante para determinar si el texto es adecuado o no.
-Edición: aspectos que se pueden incluir en la edición de un libro son, lo económico, la impresión y las fijaciones. Estas características van hilada, de manera que, cuantas más fijaciones necesitemos, más difícil será la lectura y la impresión se ampliará. La legibilidad es condicionante para determinar si el texto es adecuado o no.